En dos mil diecisiete ( O fue en el dieciocho...pucha, ahora estoy en la duda...Bueno por ahí...)
Era destinar dos horas, una vez a la semana en el Centro de Jubilados, para divertirnos, jugar a representar personajes, roles. Para prestarle nuestra voz , nuestro cuerpo al personaje de un relato, de una historia breve imaginada por nosotros mismos o escrita por alguien más.-
Y, sin quererlo se coló en la foto...Perdón, en la imagen, el ícono del banco de la provincia...ja ja
Bueno pero vamos a nombrar al elenco: de pie las damas....
-Alto...Stop!...corten! ¿Cómo es eso?
- Qué cosa?
- Que las damas estén de pie y los caballeros -si se les puede llamar así- sentados.
- Sabés que pasó- dijo otro- Que faltaban sillas.-
-Pero, no! está hecho a propósito, para romper los convencionalismos.
- Ah, mirá vos. Bueno pero ibas a nombrar al elenco.¡ Dale, no te vayas por las ramas!
-¿ Yo me voy por...? Pero si vos me interrumpiste...
-¿Yo...? ¿Cuándo? Qué mal te tiene el amigo alemán. Dale, los nombres de las chicas...
- De izquierda a derecha: Margot, Bea, Elsa, Beatriz y Rebeca.
-Y sentados, los cómodos, anticaballeros?
- Ítalo, Andrés, Oscar y Carlos.
-Pero decime. ¿Representaron alguna vez?
- Y claro, en todas las sesiones.
- No, pero, yo digo para el público.
- Ah, si, claro. Dos veces en el año. Para la fiesta de los jubilados y a fin de año, en el cieere de los
talleres.
-¡Aplausos!
-Gracias.