martes, 17 de abril de 2012

La Época Villalba"


TENER UN TEATRO:
                            Jorge hizo un rápido y preciso diagnóstico de las necesidades y los recursos:
No había una organización que facilitara dar a conocer, socializar como se dice ahora, las manifestaciones culturales que sin duda las había: gente que escribía, gente que pintaba, gente que bailaba, que cantaba y el teatro, seguramente lo que a Jorge más le interesaba, estaba en total letargo. O sea que la necesidad era que se abriera una ventana donde mostrar lo que la expresión creaba.
El recurso del espacio estaba, era un lugar cerrado, usado como depósito de muebles y otras pertenencias de la parroquia, desaprovechado casi: la antigua iglesia.
Jorge habló con la Sra. Intendente Da. Josefina (“Pepita”)  Ragusi y contando con su buena disposición inició los tramites y  con muy buena suerte como para ganar para la cultura un lugar tan valioso desde lo histórico como valioso económicamente  y de ubicación tan estratégicamenteamente céntrica. Sin duda Villalba acometió esta obra con todo su ímpetu y por eso  lo logró. Supo reunir a un numeroso grupo de colaboradores con los cuales transformar la iglesia en teatro, herramientas, maderas y clavos mediante, en solamente un mes. En estos trabajos fueron personas claves por su entusiasmo y sus conocimientos de carpintería: Gogo Demateo y Carlos Alterini.
Se despejó el lugar, se levantó parte del piso para hacer el escenario, se consiguieron pinturas donadas que se mezclaron hasta obtener un color neutro para pintar paredes y cielorraso, se transformó el lugar del coro , al fondo de sala, en cabina de luz y sonido, se abrió una ventanilla para boletería; la sacristía se convirtió en antesala y oficina y el espacio detrás del antiguo altar se convirtió en camarín.

Y...la cultura tuvo su espacio, su lugar, su casa.
Desde sus inicios el teatro fue un lugar donde no solamente se hizo teatro: se lo utilizó para reuniones de entidades intermedias, conferencias, clases de teatro o danza, fue un espacio más para las manifestaciones de la vida sociocomunitaria de nuestra ciudad.

Para los teatreros, en particular, fue revivir esa vocación que fuera dejada por el duro trato del poder, de los años oscuros, hacia los integrantes del grupo ANTA  así como por la falta de un líder del grupo de actores. Porque en esta como en todas las manifestaciones humanas son necesarios los lideres naturales , no impuestos, hacen falta los lideres que se convierten en tales por sus saberes, sus experiencias , sus condiciones y su personalidad.

FACSMA  (FUNDACIÓN AMIGOS DE LA CULTURA DE SAN MARTIN DE LOS ANDES)
Para apoyar el desarrollo de  la actividad cultural Jorge, luego de asesorarse acerca de la forma en que podía darse un organismo de apoyo, pensó en constituir una Fundación. No voy a explayarme aquí al respecto, pero si quiero traer al recuerdo la frase que el Eligió como lema de esa fundación: “Jamas digas en mi pueblo nunca hay  nada. Si ello es verdad, tú ...eres el culpable.” 

                                El teatro San José  hoy, por iniciativa y gestión  de Jorge Villalba.
                    Ya cumplió treinta años en  las manifestaciones artísticas en San Martín de los Andes.

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